Hay un dicho conocido que dice que los mexicanos siempre dejamos todo para el último. En la gran mayoría (me incluyo) eso se cumple al pie de la letra, y lo peor es que algunos lo dicen con orgullo. “Como buen mexicano, todo para el último”; eso está muy mal. También se dice que trabajamos mejor bajo presión, que podemos hacer más cosas y ser más productivos en menor tiempo; con respecto a esto no discutiré, debido a que sí hay muchas personas que trabajan mejor así. Sin embargo, pregunto: ¿realmente es necesario someternos a presión y estrés (que muchas veces nos perjudica en cuestiones de salud) por no saber distribuir nuestro tiempo? La respuesta es no.
Todo para el último día
Cuando estamos a punto de salir de vacaciones es común que los maestros nos llenen de trabajos finales, tareas por hacer, exámenes que presentar, entre otras cosas. En muchas ocasiones (por no decir que en todas) nos urge salir de vacaciones para descansar y olvidarnos de todo lo que tenga que ver con la escuela. Esta misma desesperación nos orilla a querer olvidarnos de todo antes de tiempo, lo cual nos hace perder el mismo y al final se nos viene encima. ¿Por qué pasa eso? Porque nos llenamos de desidia, flojera, creemos que todo lo demás será sencillo y no tenemos que esforzarnos más de la cuenta. Y cuando todo está a punto de acabar, nos ponemos las pilas y no podemos ni con nosotros mismos: esto provoca estrés, presión y el resultado es un desempeño académico menor al esperado.
El tiempo es oro
La solución a esto es muy simple (mucho más de lo que crees): hay que convencernos de que el tiempo es oro, y por ello no hay que desperdiciarlo; hay que aprender que en esta vida existen prioridades, y la escuela es una de ellas. Hay que decir las cosas como son, en prácticamente todas las ocasiones hay tiempo de sobra, pero nos encanta perderlo. Nos piden un trabajo para dentro de dos semanas, y normalmente pensamos en cómo lo solucionaremos, buscamos información, empezamos ese mismo día, pero después lo olvidamos y nos distraemos con facilidad.
A dos días de entregarlo lo recordamos, pero ahora el tiempo es insuficiente porque tienes otras tareas que hacer; esas semanas, sin nada que hacer, las perdiste haciendo eso, nada. Lo importante de esto es el qué hiciste en todo ese tiempo: ¿estar en Facebook, tontear en internet, jugar y hasta salir con amigos? ¿Tuviste tiempo para hacerlo? Claro, pero no lo hiciste porque muchas veces tomamos las cosas a la ligera, lo que provoca el estrés por nada.
Manejar correctamente el tiempo
El éxito de una persona se define por el manejo que le da a su tiempo. Alguien que sabe lo importante que es el tiempo puede administrarlo para hacer sus deberes, y le quedará tiempo libre para tener algún pasatiempo. En cambio, una persona que se dedica a perder el tiempo está condenada a vivir en presión siempre, y nunca poder rendir al cien por ciento, por lo que nunca sabremos cuál es su máximo potencial.
No queda más que decir que no solo al final del semestre le pongas ganas a la escuela, sino en todo el año y en todas tus actividades tanto escolares como de la vida diaria; administra tu tiempo, haz tus cosas siempre pensando en las prioridades y te convertirás en una persona productiva.
Jorge Arturo Arellano del Águila
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