La Samaritana
(Jn 4,5-42)
Queridos hermanos, hoy se nos narra un encuentro de Jesús con una mujer samaritana, y vemos cómo el Señor habla de temas muy importantes a partir de una necesidad vital: el agua.
Jesús es el portador de agua viva, esa agua viva que da vida eterna, que apaga toda nuestra sed y que está relacionada con el Espíritu Santo. Acércate a Jesús porque Él nos viene a dar el agua que llena todo nuestro ser. Además Él viene a enseñarnos que a Dios hay que adorarlo en espíritu y en verdad, en todo lugar y bajo cualquier circunstancia. El verdadero culto consiste en la obediencia a Dios, porque cuando lo obedecemos somos felices y hacemos felices a quienes tenemos a nuestro alrededor.
Observemos también, cómo a través de ese diálogo, el Señor va convirtiendo a aquella mujer samaritana que posteriormente pasa a ser mensajera; va y trae a sus paisanos ante Jesús y éstos creen en Él, no tanto ya por lo que dijo la mujer, sino por lo que han escuchado y visto en Jesús.
Esta es nuestra tarea, llevar a muchas personas hacia Jesús, para que se encuentren con Él y de esa manera reciban agua, vida y también salvación, porque la voluntad de Dios siempre consiste en que nadie se pierda.
La bendición de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y permanezca para siempre. Amén.

+ Mons. Luis Artemio Flores Calzada
Obispo de la Diócesis de Tepic