(Mt 3,1-12)
Queridos hermanos, estamos ya en el tiempo de Adviento, y la Palabra del Señor nos invita a dos cosas muy importantes: la primera, a la conversión y la segunda, a dar frutos y para ello es Juan el Bautista el personaje que vino a preparar el camino del Señor y a invitarnos: “conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”.

Prepararnos para la navidad es quitarnos del corazón todo lo negativo, volvernos al buen camino. ¿De qué tendrías que convertirte tú? Quizá a mejorar las relaciones en tu familia, con tus vecinos, con tus compañeros de trabajo; dejar el mal, volvernos al buen camino, esa es la conversión.
También cuando venga el Mesías nos dice Juan el Bautista: “Él bautizará con fuego y con el Espíritu Santo”, sí, el Mesías estará lleno del Espíritu Santo y viene a traer el fuego que purifica los corazones y que los llena de amor, viene a transformar nuestras vidas, viene a establecer dos virtudes muy importantes: la justicia y la paz.
Finalmente San Juan nos invita a dar frutos, sobre todo a los fariseos y saduceos les dice: “hagan ver con obra su conversión, no basta que sean descendientes de Abraham, porque el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles y todo árbol que no de fruto será cortado y arrojado al fuego”.
No basta decir ‘soy discípulo de Jesús, soy hijo de Dios’, hay que mostrar que somos hijos de Dios con nuestras buenas obras, porque todo árbol que no dé fruto será cortado y echado al fuego. Entonces hay que luchar, hay que trabajar, vale la pena. ¿Te gustaría prepararte para recibir al Señor y vivir en paz, en justicia, en armonía y dar frutos?
La bendición de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y permanezca para siempre. Amén.
+ Mons. Luis Artemio Flores Calzada
Obispo de la Diócesis de Tepic