Continuando con el afán democratizador que se ha establecido desde hace algunos años en México, el próximo 5 de julio elegiremos a 500 diputados federales, de los cuales 300 serán por elección directa y 200 por representación proporcional. Los diputados son los representantes del pueblo, que se encargan de iniciar, formar y aprobar leyes que nos rigen.
La Cámara de Diputados, junto con la Cámara de Senadores, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial conforman la División de Poderes que, después de la Revolución Francesa sugirió Montesquieau en su libro Espíritu de las Leyes, para evitar la acumulación del poder en una sola persona, lo que provocaría el autoritarismo.
Integración de la Cámara
La Cámara de Diputados federal está integrada por 500 miembros, de los cuales 300 son elegidos directamente por medio del voto, uno por cada distrito electoral en los que está dividido el país. En Nayarit se hallan 3 distritos electorales, y por cada distrito se votará para elegir a un diputado.
La Constitución Política, en su artículo 54, señala: “La elección de los 200 diputados según el principio de representación proporcional y el sistema de asignación por listas regionales, se sujetará a las asignaciones a las siguientes bases y lo que disponga la ley:
I. Un partido político, para obtener registro de sus listas regionales, deberá acreditar que participa con candidatos a diputados en por lo menos 200 distritos;
II. Todo partido que alcance el 2 por ciento del total de la votación emitida por las listas regionales… tendrá derecho a que le sean atribuidos diputados según el principio de representación proporcional
III. En la asignación se seguirá el orden que tuviesen los candidatos en las listas correspondientes.
IV. Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios; esto es para que ningún partido tenga mayoría aplastante, como ocurría en el pasado.
Por otro lado, los diputados de elección directa, como los de representación proporcional, al llegar a la Cámara obtienen el mismo sueldo, vale igual el voto.
En el artículo 55 de la Constitución se mencionan los requisitos para ser diputado:
“Ser ciudadano mexicano por nacimiento. Tener 21 años cumplidos el día de la elección. Ser originario del Estado en que se haga la elección… No estar en servicio activo en el Ejército Federal, policía. No tener algún puesto público o puesto de elección popular. No ser ministro de algún culto religioso”.
La edad mínima para aspirar a una diputación es de 21 años; me pregunto entonces: ¿se tendrá la madurez suficiente a los 21 para poder discernir qué es lo que le conviene al país?
Por su parte, no se piden estudios mínimos a los candidatos a diputados. ¿Podrán tomar las mejores decisiones para el país cuando no se cuenta con estudios especializados? Sin embargo, los que tienen sí estudiados universitarios o de posgrado, ¿han hecho diferencia en la Cámara de Diputados? Parece que no, porque muchas cosas siguen igual.
Facultades de la Cámara de Diputados
La Constitución Mexicana dispone, en su artículo 74, las facultades exclusivas de este órgano:
I. Expedir el bando solemne para dar a conocer al Presidente de la República.
II. Aprobar anualmente el presupuesto de egresos de la Federación, es decir, cuánto, cómo y en qué se gastará el dinero.
III. Declarar si ha o no lugar a proceder penalmente contra los servidores públicos que hubieren incurrido en delito.
Entre muchas otras facultades que comparte con la Cámara de Senadores, como formar, iniciar y aprobar leyes que mejoren las condiciones de vida de los habitantes de la nación mexicana.
La realidad
Lo anterior corresponde a la que menciona la Ley, pero qué pasa en la realidad. Nos hemos dado cuenta de que los diputados no responden a lo que les pide la Ley, y mucho menos a las necesidades de las personas que los eligen. Deben recordar que están en ese lugar por el voto emitido por los ciudadanos; muchos de ellos votan poniendo su confianza, su apoyo, su amor y cariño, para que mejoren las condiciones políticas del país y, por supuesto, de todos los ciudadanos.
Se ha constatado, asimismo, que muchos diputados no asisten a las sesiones de trabajo o sólo llegan a pasar lista y se marchan, alegando que tienen otras ocupaciones. Y sin embargo, no existen sanciones o disminución de sueldo, como le pasaría a cualquiera de nosotros si no asistimos a nuestro trabajo.
Debemos poner en tela de juicio, además, que leyes aprobadas y propuestas de las mismas, puedan mejorar las condiciones económicas, políticas, sociales, morales, etcétera, del país, tomando en cuenta las que se están discutiendo; por ejemplo, la legalización de la marihuana, del aborto, la eutanasia, que en lugar de mejorar las condiciones de vida del pueblo la empeoran. E iniciativas que contribuyan al desarrollo del país siguen estancadas, y lo más seguro es que nunca salgan a la luz.
Así pues, los diputados salientes tienen en su trabajo realizado el que los ciudadanos ejerzan el voto o no, pues cuando se trabaja con responsabilidad y se toman las mejores decisiones, sobre todo en favor del pueblo y tomándolo en cuenta, el resultado en los comicios electorales se traduce en una nutrida participación del ciudadano, pero cuando pasa lo contrario, el abstencionismo gana.
Fuente: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
El salario de los diputado federales se distribuye de la siguiente manera:
Dieta neta mensual: 77 mil 745 pesos.
Asistencia legislativa: 45 mil 786.
Atención ciudadana 28 mil 772.
Si no hay atención ciudadana, ¿qué pasa con este dinero?
Fuente: http://www.diputados.gob.mx
En Nayarit el salario mínimo aprobado para este 2009 es de 51.95 pesos diarios, y en Jalisco es de 53.95 pesos diarios.
Fuente:http://www.saludempresarial.com
Luis Julián Marín Velázquez