Al renunciar Porfirio Díaz a la presidencia, el Congreso nombró como Presidente interino a Francisco León de la Barra, y convocó a elecciones, de las que resultaron electos Francisco I. Madero como Presidente, y José María Pino Suárez como vicepresidente.
Madero asumió la presidencia en noviembre de 1911. Porfirio Díaz había dejado México, pero eso no solucionaba los problemas del país. La riqueza seguía concentrada en manos de muy poca gente; continuaban las injusticias en el campo y también en las ciudades. Los campesinos deseaban que les devolvieran sus tierras, y los obreros demandaban mejores salarios, un tiempo de trabajo diario más corto y el derecho a organizarse para exigir mejores condiciones cuando fuera necesario.
El gobierno de Madero
Madero quiso vencer todas esas dificultades apegándose a la ley, aunque el cambio fuera lento. Pero algunos de sus antiguos partidarios no tenían tanta paciencia. Zapata se rebeló contra él en Morelos, veinte días después de que Madero ocupara la presidencia, y Pascual Orozco hizo lo mismo en Chihuahua, a principios de 1912. Madero encargó las operaciones contra Orozco al general Victoriano Huerta, que en unos meses derrotó a los orozquistas.
Las compañías extranjeras instaladas en México no querían perder los privilegios que les había concedido Porfirio Díaz; así que empezaron a considerar la conveniencia de eliminar el estorbo que para ellos representaba Madero.
La Decena Trágica
Con el apoyo de algunos diplomáticos extranjeros, encabezados por el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, en febrero de 1913 tres antiguos militares porfiristas se rebelaron contra Madero en la Ciudad de México. Uno de ellos, Bernardo Reyes, murió cuando dirigía un ataque contra el Palacio Nacional. Los otros dos, Félix Díaz y Manuel Mondragón, se encerraron en la Ciudadela, un antiguo depósito de armas en el centro de la ciudad. Madero hizo frente a la situación valerosamente. Para su desgracia, puso el mando de las tropas leales en manos de Huerta, que el año anterior había sometido a los orozquistas pero que ahora estaba de acuerdo con los sublevados.
Durante diez días ocurrieron distintos enfrentamientos que causaron un estado de enorme confusión. Hubo numerosos combates en la Ciudad de México; muchos civiles murieron y numerosos edificios resultaron dañados.
El embajador de Estados Unidos arregló que Huerta y los militares alzados se entrevistaran en la embajada de su país. Wilson temía que el movimiento revolucionario afectara los intereses de las compañías estadounidenses, y prefería que hubiera un nuevo dictador, Huerta por ejemplo.
La muerte de Madero y Pino Suárez
El 18 de febrero, soldados de Huerta entraron a Palacio Nacional y apresaron a Madero junto con el vicepresidente Pino Suárez. Los dos fueron obligados a renunciar a sus cargos; los asesinaron cuatro días después.
El crimen indignó a todo el país. Victoriano Huerta realizó las maquinaciones necesarias para asumir legalmente la presidencia, pero su traición era evidente. De inmediato tuvo que enfrentarse a quienes no estaban dispuestos a aceptarlo.
La Revolución en Nayarit
A la muerte de Francisco I. Madero hubo levantamiento armados en contra de Victoriano Huerta. Al frente de los revolucionarios estuvo Venustiano Carranza, a quien se unieron miles de mexicanos por todo el país.
En el territorio de Tepic, el general Martín Espinosa se opuso a las autoridades impuestas por Victoriano Huerta. Para combatir a los huertistas llegaron a la entidad ejércitos revolucionarios al mando de los generales Rafael Buelna e Isaac Espinosa.
Después de algunas batallas se apoderaron de Acaponeta, Santiago Ixcuintla y otras poblaciones. En apoyo de los revolucionarios llegaron los ejércitos de los generales Lucio Blanco, Manuel M. Diéguez, Esteban Baca Calderón y Álvaro Obregón. Nombraron jefe político a Rafael Buelna, que luego fue sustituido por el general Juan Dosal.
Los revolucionarios controlaron todo el territorio de Tepic y se prepararon para entrar al estado de Jalisco y a otros estados del país para combatir a los hombres de Victoriano Huerta.
Una fecha que debemos recordar
Por orden del general Manuel González, que era presidente de México, el 12 de diciembre de 1884 se publicó el decreto que creó el Territorio de Tepic. Como Territorio de Tepic, nuestro estado duró de 1884 a 1917. En este periodo se observaron cambios muy importantes en beneficio de los habitantes. Lo primero que se hizo fue nombrar al jefe político, quien era la autoridad del Territorio. El primer jefe político del Territorio de Tepic fue el general Leopoldo Romano.
Brígido Ibarra Razura
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