¿Has pensado, en alguna ocasión, que tu destino es ser feliz? O bien podrías preguntarte: ¿lo vivido hasta hoy es de mi completo agrado como para sentirme satisfecho y feliz? Estas dos preguntas conducen a una tercera: ¿sabes realmente que es tener calidad de vida?
Es interesante plantearse estas cuestiones y reflexionarlas a fin de llegar a tener calidad de vida. Aunque existen varias definiciones de lo que significa “calidad de vida”, me inclino por aquella que el amable lector mejor entenderá.
Qué es “calidad de vida”
“Calidad de vida” se define, en términos generales, como “el bienestar, felicidad y satisfacción de un individuo, que le otorga a éste cierta capacidad de actuación, funcionamiento o sensación positiva de su vida”.
Este concepto ofrece tres fundamentos básicos para lograr la calidad de vida, tales como: bienestar, felicidad y satisfacción (en lo sucesivo se indicaran como BFS), y cada uno es consecuencia del otro, es decir, el bienestar nos otorga felicidad y ésta nos proporciona satisfacción, que en conjunto devienen en calidad de vida.
Ahora bien, para que estos tres fundamentos se logren cristalizar, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
Dominar nuestras emociones: tienes que identificar cuáles emociones te ayudarán a conseguir calidad de vida, y cuáles reducen tu capacidad de poder ejercer los tres factores básicos del BFS; de tal forma que las emociones no sean un obstáculo, sino una ayuda para alcanzar tu objetivo.
Ejemplos: aprende a controlar tus emociones, así, en momentos difíciles evitarás faltarle al respeto a tu prójimo; ejerce tus valores o virtudes cuando necesites ser honesto, responsable, congruente de acuerdo con lo que piensas, lo que haces, y no ofendas o agredas a ninguna persona; verás que vas a sentirte satisfecho con tu comportamiento.
Salud física: necesaria para que disfrutes tu calidad de vida; para ello necesitas siempre practicar algún deporte o realizar cierto tipo de ejercicio para sentirte bien; pasarte la vida sentado frente al televisor no lleva a nada bueno; considera, también, que debes tener un régimen alimenticio bajo en grasas, y no envenenar tu organismo con los vicios del cigarro, drogas o alcohol; necesitas vitalidad para lograr los resultados deseados.
Situación económica: si eres joven, ¿qué planes tienes para generar tus ingresos, terminar una carrera, emplearte o echar a andar tu propio negocio? Si eres una persona que ya ejerces una de estas posiciones o trabajos, ¿qué estás haciendo para sentirte tranquilo y cubrir tus necesidades económicas? Recuerda que un gran número de personas viven presionadas por falta de recursos monetarios, y piensan que tener mucho dinero los hará felices, vivir sin angustias; pero, por otro lado, hay gente que aún teniendo muchos bienes materiales vive con baja calidad de vida.
La clave no es la persecución de la riqueza; debes convencerte de que el dinero es un medio de contribución y no el fin único para obtener la felicidad.
Utilizar bien el tiempo: recuerda que este precioso recurso que Dios te otorga no es recuperable; si no sabes adecuar las actividades que tienes que realizar, y hacerlas en el momento preciso, vivirás estresado, y esto repercutirá en tu estado de ánimo y en tu salud.
La solución: controla tu tiempo, escribe un plan o lista de actividades a desarrollar por orden de importancia; indica siempre la fecha de inicio y de terminación, y realízalas en el tiempo programado; y si, por alguna razón, no pudiste ejecutarlas, reprográmalas, de este modo eliminarás lo imprevisto o urgente que, al fin, es lo que distorsiona tu bienestar, felicidad y satisfacción de vivir tranquilamente.
Lic. Fernando Castaños Delgado