IV Jornada Catequística
Bajo el lema “Una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza”, el día 30 de noviembre, a partir de las nueve de la mañana, se dieron cita alrededor de 380 catequistas procedentes de las cinco zonas pastorales de la Diócesis de Tepic, para celebrar la IV Jornada Catequística en las instalaciones de la secundaria Cristóbal Colón, de la ciudad de Tepic, en la que privó un ambiente de entusiasmo, de participación y fraternidad entre todos los asistentes.
Un camino de colaboración
La hermana Adela Suárez, miembro del Equipo Diocesano de Catequesis, comentó para “La Senda” que el motivo de dicha jornada fue “animar, impulsar y acompañar a cada uno de los catequistas; se trató de un encuentro en el que intercambiamos experiencias, analizamos y reflexionamos sobre cómo está nuestro trabajo en la línea de la catequesis; además de que se dieron algunas pistas para orientar a cada una de las parroquias en el trabajo evangelizador”.
En sintonía con los Obipos
El Padre Jesús Delgado, Coordinador Diocesano de Catequesis fue el encargado de impartir los temas de la jornada, que giraron en torno a “la invitación que nos hicieron los Obispos de la Quinta Conferencia General celebrada en Aparecida, respecto a la Misión Continental y parroquial que queremos impulsar desde la catequesis”.
El sacerdote recalcó que los catequistas están llamados a ser testigos en todo momento y situación, no sólo en el acto catequístico o evangelizador, sino siempre dar testimonio de Jesús y salir al encuentro de las familias y las comunidades.
La mano del Espíritu Santo
En este encuentro “quisimos que resaltara la presencia del Espíritu Santo, que es quien lleva este trabajo de misión; quisimos que los catequistas continúen conscientizándose de que somos discípulos y debemos vivir como tales, y que al mismo tiempo estamos impulsados a la misión”, dijo la madre Adela Suárez.
Necesidades reales
La jornada concluyó con la Celebración Eucarística, que fue presidida por el Obispo Ricardo Watty Urquidi, quien en su homilía apuntó que, “teniendo en cuenta el Documento de Aparecida y nuestra realidad, como ustedes me lo han hecho ver, la catequesis necesita ser reordenada, renovada y fortalecida porque nuestros niños, jóvenes y adultos necesitan procesos de crecimiento para mantenerse firmes en la fidelidad de Jesús, que nace y que vive en cada uno de nosotros”.
Tarea agotadora pero que enriquece
Para quienes tienen la inquietud de ser catequistas, pero no se han animado, la madre Adela Suárez les lanzó una invitación: “Los invito a que se animen, Dios es el que llama y a quien llama le da las cualidades y dones que necesita para que pueda realizar este trabajo; pero, al mismo tiempo, debe integrarse a un grupo de formación para que pueda realizarlo con eficacia, no se trata de un trabajo de segunda, puesto que se requieren personas con formación para que lleven a cabo un trabajo de calidad.
La catequesis realmente llena nuestra vida; el catequista es un hombre o una mujer llamado por Dios para comunicar el Evangelio, pero no nada más con la palabra sino mediante el testimonio de vida: una tarea a veces agotadora, pero que deja muchas satisfacciones y alegrías”.
La voz de los catequistas
Algunos asistentes a la jornada, mostraron sus impresiones:
“Norma”, Cuasiparroquia de San Francisco de Paula, Pantanal, Nay.
Gracias a esta jornada nos podemos preparar mejor para llevar una catequesis a los niños de nuestras comunidades”.
María Luisa Salinas, Parroquia de La Santa Cruz de Puerto Vallarta, Jal.
Me ha parecido muy interesante; de catequista llevo doce años y es una experiencia muy hermosa, estoy muy feliz de que Dios me haya elegido para esta labor. Un día, una mujer me dijo que su niño después de comulgar hace una visita al Santísimo; esos son los frutos de un catequista”.
Leticia Gutiérrez Ocampo, Parroquia San José de Guadalupe Victoria, Nay.
En cada jornada se conoce más a fondo nuestra fe. Mi experiencia como catequista ha sido maravillosa; los niños te premian con un simple abrazo o con una sonrisa, eso es lo más maravilloso”.
Rubén del Toro Magaña, Parroquia de San Francisco de Asís de Ahuacatlán, Nay.
Es la primera vez que asisto, y la experiencia ha sido muy buena porque nos están mostrando el camino a seguir con el Documento de Aparecida, y esto lo podemos aplicar a los niños. Por otro lado, a los hombres los invito a que se animen a ser catequistas, la Iglesia no es exclusiva de mujeres”.
Patricia Valdez