Desde que se difundió la noticia del nombramiento de Mons. Ricardo Watty Urquidi como el nuevo Obispo de la Diócesis de Tepic, anhelábamos encontrarnos con él y ese momento tan esperado pronto llegó. La mañana del pasado viernes 11 de abril marca el inicio de una nueva etapa en la historia de nuestra Iglesia Diocesana pues era el día en que Mons. Watty tomaba posesión de su cargo como el VII obispo de la Iglesia particular de Tepic a la que ahora le toca pastorear.
El primer encuentro de Don Ricardo y sus feligreses tuvo lugar en Ixtlán del Río, gesto que la comunidad católica de esa población agradece por siempre. Si algo distingue nuestra identidad como pueblo es ser amables y hospitalarios y ese día la comunidad católica quiso hacerlo efectivo. Numerosos feligreses se dieron cita desde temprano al atrio de la parroquia de Santo Santiago Apóstol. Allí nos desplazamos algunos sacerdotes de la Zona Sur acompañados del pueblo de Dios que se había congregado para dar la mejor de las bienvenidas a nuestro padre y pastor.
El encuentro comenzó puntual, eran las 9:30 a.m. cuando se produjo la entrada al atrio del nuevo prelado, acompañado de Mons. Alfonso Robles Cota y de Mons. Cristophe Pierre, Nuncio Apostólico en México; grande era la algarabía de los que estábamos ahí porque entre porras, aplausos y acompañados del mariachi que cantaba “Lindo Nayarit” expresábamos nuestra alegría porque Mons. Watty ya es uno de nosotros, los gritos de júbilo y de agradecimiento no se hicieron esperar: ¡Gracias Don Alfonso! ¡Bienvenido a casa Don Ricardo! Este caluroso recibimiento consiguió despertar la emoción en el rostro radiante de Don Ricardo, quien desde su llegada se mostró cariñoso y cercano a su pueblo al mostrar su deseo de contacto directo con los fieles; fue admirable como con un apretón de manos y un beso en la mejilla le daba mucha esperanza a la gente que se acercaba para recibir su saludo.
Una vez que subieron al estrado y ocuparon el lugar que se les había preparado dio inicio la ceremonia colmada de signos que hicieron lucir más ese acontecimiento eclesial. Nosotros su presbiterio y su pueblo le abrimos de par en par nuestro corazón con las palabras de acogida que dirigió el Padre Cornelio Valdez.
Ahí mismo agradecimos la suerte de conocer a un hombre sencillo, alegre y cercano. A un hombre al que la gente recordará no sólo como el obispo del Sínodo, sino como el hombre de Dios que llegó para quedarse con nosotros: Mons. Robles Cota cuyo deseo tuvo cabal cumplimiento al dar la bienvenida a su hermano Obispo y ahora sucesor. Tras las palabras de don Alfonso se les hizo entrega de un presente representativo de las comunidades huicholas.
Acto Seguido, llegó el momento más esperado por todos, escuchar la primera intervención de Don Ricardo como el séptimo obispo de la Diócesis de Tepic: “Es mi primera emoción… Al entrar a este pueblo de Ixtlán del Río que me recibe gratamente, así lo veo en los adornos, en la música, en sus niños y en la presencia de todos ustedes, este momento me hizo recordar aquel pasaje donde Juan el Bautista señala a Jesús diciendo: “Ahí va el Mesías, el Salvador” y los discípulos le preguntan: ¿Dónde vives?, Él les contestó: “Vengan y lo verán”. Esa experiencia es la que quiero tener y la tengo ahora, a quien veo aquí en ustedes es a Jesús por eso deseo encontrarme con Él de manera especial en esta Diócesis de Tepic que ha vivido el Evangelio de Jesús. Agradezco el rostro de Jesús que todos ustedes me han mostrado”. Así concluyó ese momento no sin antes agradecer a su antecesor, al obispo saliente.
Con esta proclamación de gozo y de esperanza y con las actitudes de cariño que le hemos mostrado desde su llegada a nuestra Diócesis le decimos a Mons. Watty: Desde estos valores y actitudes irrenunciables ponemos toda nuestra esperanza en su persona y ahora también le acompañaremos con nuestras oraciones, porque como cristianos reconocemos que sin Dios nada es posible. Echemos las redes y hagamos amarras a nuestra barca con esas palabras que expresan plena confianza en Él y que usted ha escogido como lema de su episcopado: “Hágase tu voluntad”.
Luis Fernando Rojas Balbuena