Misionera sin
fronteras
La Diócesis de Tepic agradece a Dios y a la Iglesia el regalo que nos ha dado en esta su hija, la madre María Inés Teresa Arias Espinosa, quien nació en Ixtlán del Río, Nayarit, el 7 de julio de 1904, viviendo parte de su infancia en Ixtlán y los primeros años de su juventud en Tepic, donde estudió y colaboró en una escuela de comercio que tenía su hermana mayor.
Llamado de Dios y respuesta
Fue hasta la edad de 20 años que se trasladan a vivir a Colima, donde siente el llamado de Dios para consagrarse a su servicio, motivada por la lectura de la vida de Santa Teresita, donde encontró su vocación y a Dios de manera especial, creciendo en su alma un ardiente amor misionero que quedará marcado en su celo por la salvación de las almas.
El carisma misionero de la madre María Inés Teresa lo enmarca en su lema: OportetIllum regnare (“Urge que Cristo reine”), lema que hace suyo nuestro Obispo Luis Artemio Flores Calzada. Se centra en su anhelo de que todos los hombres conozcan a Dios y lo amen como única recompensa.
Espíritu misionero
La sed de comprar almas para Dios se concreta en las obras que ella fundó: la Familia Inesiana, que con la gracia de Dios mantiene viva esta espiritualidad misionera. El celo misionero, la oración constante y el ejercicio heroico de las virtudes la llevaron por el mundo, estableciendo misiones; actualmente son 66 casas de Misioneras Clarisas en distintos países; en América: México, Estados Unidos, Costa Rica, Argentina; en África: Sierra Leona, Nigeria; en Asia: Japón, Indonesia, Corea, India; en Europa: Italia, España, Rusia, Irlanda.
Beata para la Iglesia universal
La madre María Inés Teresa muere en olor de santidad el 22 de julio de 1981 en Roma, Italia. Su vida y su muerte fueron un himno de alabanza que resonó en el mundo y que dio comienzo al himno de las “Bodas eternas”, que la Iglesia confirma al beatificarla el 21 de abril de 2012, proponiéndola como ejemplo a imitar e intercesora para alcanzar favores y milagros de Dios por su medio, aprobando la siguiente oración:
Señor, Padre santo,
que sostienes y guías a la Iglesia,
tú has glorificado a tu sierva fiel
madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento
fundadora de la
Familia Inesiana.
Ella vivió en sencillez y alegría,
en contemplación y acción,
inflamada por el
ansia misionera
de dilatar el reino
de Cristo.
Ayúdanos a imitar su caridad misionera
y, por su intercesión, concédenos la gracia:
(se hace la petición), que hoy te pedimos confiadamente. Amén.
(Padre Nuestro, Avemaría, Gloria).
El Papa Benedicto XVI determinó que se le conmemore el día 22 de junio de cada año. La Madre María Inés Teresa, además de la Familia Inesiana que fundó, dejó a la Iglesia por medio de sus escritos, un legado espiritual que, al ser aprobado eclesialmente, pasó a ser parte del patrimonio de la Iglesia universal.
(En las próximas ediciones les iremos dando a conocer más de su vida, escritos y obra).
Misioneras Clarisas