El año nuevo inicia y trae consigo un mar de propósitos nuevos y diferentes que queremos cumplir durante este 2022. Abrazamos con esperanza este nuevo capítulo en nuestra vida que se nos presenta, pero ¿Por qué decimos que es la oportunidad perfecta para realizar uno o varios cambios en nosotros?
Psicólogos, jóvenes estudiantes y religiosos coinciden en que, si bien esta idea de “nuevo ciclo” es algo que hemos aprendido o que se nos ha impuesto por la sociedad, también es cierto que en realidad es esa motivación que en muchas ocasiones necesitamos para lograr el cambio. Es la oportunidad de iniciar de nuevo, de renovarnos, de seguir formándonos como personas.
Debemos ser conscientes de aquellos propósitos que elegimos y recordar que es un proceso paulatino. Pues de lo contrario estos nunca se materializarán y nunca se cumplirán. El éxito de estos planes depende de cada uno de nosotros, aunque desafortunadamente, suele ser muy habitual es que estos se queden solo en buenas intenciones.
Muestra de ello es lo citado por la licenciada Yareli Castillo donde comparte que solo el 15% de las personas logran cumplir sus propósitos de año, mientras que el 75% los abandonan al primer mes.
Algunos de los factores que influyen en esta realidad son el hecho de que en ocasiones las metas que nos proponemos son irreales, existe una falta de motivación para llevarlas a cabo, y se ve reflejado en que postergamos las cosas, puede ser por falta de tiempo, dinero, materiales, etc. Por ello, evitar caer en esto es necesario tener primeramente metas claras, comprender que es un proceso y que muchas ocasiones implica actividades o planeación previa. No debemos frustrarnos por no ver resultados inmediatos y disfrutar el camino que nos lleva nuestra meta. No olvidar que es válido y necesario en ocasiones analizar nuestros propósitos conforme los llevamos a cabo para saber si es necesario modificarlos o si siguen siendo benéficos para nosotros (es necesario calibrarnos constantemente).
Solemos ponernos estos propósitos con el fin de construir una mejor versión de nosotros, de hacer ciertas cosas y dejar de hacer otras, o de asumir actitudes y dejar de lado otras tantas. Para ello, se nos ofrecen 7 cosas importantes a seguir para lograr convertirnos en una mejor versión:
- Ser conscientes de que queremos ser mejores.
- Aceptación.
- Entender que es un proceso, y que requiere que trabajemos en ello todos los
días. Ser pacientes con nosotros y confiar en el proceso.
- Contar con una red de apoyo.
- Auto conocimiento y auto aceptación.
- Tener hábitos, es decir, metas pequeñas que nos ayuden a lograr nuestra
meta principal.
- Ser selectivos al momento de elegir nuestras metas o propósitos.
No se debe olvidar que para lograr esta mejor versión de nosotros es necesario tener un equilibrio físico, mental y espiritual. Para esto es necesario tener presente en nuestros proyectos a nuestro prójimo, pues en él se encuentra Dios. Es necesario ser conscientes de nuestro hermano y de nosotros mismos. No olvidar tener una comunicación real con Dios a través de la oración, pues esto nos llevará a conseguir o fortalecer una relación real y directa de armonía con nosotros mismos, así como con Dios.
No se trata de buscar, si no de lograr, conseguir y convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos, y no olvidar que no es la vida la que nos marca lo que tenemos que hacer, nosotros dirigimos nuestra vida y le damos un sentido. Nosotros somos los responsables de construir nuestro presente y nuestro futuro.
No rendirnos, no vivir atemorizados con los cambios, trabajar todos los días, renovarnos, perseverar en ser mejores y tomar este inicio de año como una nueva oportunidad es lo que deseamos para todos.
Por: Coordinación de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes