Entrevista con la Maestra Graciela Ulloa
La maestra Graciela Ulloa Villavicenciao es la directora de la Unidad de Servicio de Atención a la Escuela Regular 27 (USAER) de la zona 1 de educación especial en Tepic, Nay. Y hoy nos narra como ha sido su experiencia al trabajar durante 27 años con niños con capacidades diferentes:
“Mi experiencia ha sido muy hermosa, cuando inicié en educación especial, pensaba que iba a enseñar mucho como maestra en la cuestión pedagógica, pero al empezar este trabajo con los alumnos con discapacidad, al igual que los padres de familia, me dí cuenta que yo estaba aprendiendo. Equivocadamente antes pensaba que yo era la que iba a enseñar. Mi vida tuvo un cambio, una transformación muy grande al tener contacto con estos niños, porque son unos ángeles, aprende uno de ellos muchas cosas que a pesar de su discapacidad y algunas enfermedades que tienen, inclusive terminales y muy dolorosas, siempre tienen una sonrisa, una palabra amable y un ‘te quiero’. Yo me di cuenta cómo los seres humanos, los adultos, nos quejamos por cualquier cosa cuando estos niños en verdad a veces están con más sufrimiento por tantas cirugías”.
De los padres de familia ha recibido grandes enseñanzas: “Al ver estas mamás y papás tan maravillosos, tan valientes, al ver cómo afrontan la vida con cada uno de sus hijos, en verdad uno aprende a tener confianza en Dios, en la vida, y a agradeces cada día que tienes a tus hijos dentro de la que cabe ‘normales’ porque yo siempre les digo con las personas que trabajo “normales” porque todos tenemos, una discapacidad, un accidente, una enfermedad”.
Anteriormente los alumnos con discapacidad se atendían en centros especiales, todavía existe la atención, pero desde hace algunos años, con la reforma educativa estos niños fueron integrados a las escuelas primarias y a los preescolares, para que tuvieran contacto con los demás niños y aprendan de ellos actitudes, conductas, se integren a la sociedad, socialicen y logren una independencia.
Trabajar en esta área de la educación no ha sido una labor fácil, ya que a la sociedad le falta tomar conciencia para tratar a estos niños: “Ha sido un trabajo pesado, es muy duro, porque difícilmente aceptan la discapacidad en las escuelas, los maestros, los directivos, hay algunos con un corazón hermoso pero otros que tienen miedo, porque es un temor enfrentarse a una realidad que estamos viviendo, y que cuando tú ves a un niño con síndrome de down, a un invidente, o a un sordomudo, te preguntas ¿Qué voy a hacer? Entiendo a los maestros que tienen tantos alumnos, y tener a un niño con discapacidad también es difícil, pero yo les digo: dense la oportunidad de vivir esta experiencia; y cuando lo hacen después me dicen: ‘maestra es cierto, viera como he aprendido de la vida’, y yo agradezco a Dios”.
Hay niños que son muy groseros y a veces se burlan, o papás que se preguntan por qué su hijos van a convivir con alguien con síndrome de down si sus hijos están normales, para eso en las escuelas se trabaja con niños, papás y maestros, dándoles unos talleres de sensibilización en cada una de las escuelas para que todos estén en sintonía.
El trabajo con los niños con discapacidad, no es un trabajo común, es un trabajo que se ocupa de mucha sensibilidad, de mucho amor, y sobre todo tener un gran sentimiento de agradecimiento a la vida y a Dios porque estamos sanos. Desde mi responsabilidad como maestra les digo a las personas que los que estamos normales debemos darles un poco o mucho a esas personitas que tantos nos necesitan y que en verdad vivir esta experiencia es lo más hermoso, cada escuela es un universo de aprendizaje en donde hay incluidos unos ángeles de Dios.
Coro Estrellas Fugaces
Hace ocho años ocurrió una situación que marcó la vida de la maestra Graciela Ulloa como ser humano y como profesionista: “En mi camino de maestra con diferentes discapacidades yo decía no puedo abarcar tantas discapacidades, Dios mío ilumíname hacia donde voy” comenta la maestra Graciela, y es así como llega a su vida el primer niño invidente, cuando trabajaba en la escuela primaria Rey Nayar. Se acercó a ella una mamá llorando con un niño de 6 años, que pedía le aceptara a su hijo en la escuela porque en ninguna escuela lo aceptaban por ser ciego. “Gracias a Dios me puso en ese camino, en esa escuela, hablé con el director, y con un corazón tan grande aceptó y dijo que si”.
Por las mañanas Ernesto estudiaba en el INEA braille y clases de música con el maestro Rafael Antonio Álvarez, encargado de un coro; la maestra se puso en contacto con los maestros quienes se integraron a dar clases por la tarde en la primaria, así se fueron incluyendo mas niños invidentes y débiles visuales a la escuela, después se le da el nombre al grupo y graban su primer disco, asi surge “Estrellas fugaces”.
La maestra Graciela recuerda una de sus experiencias con el coro: “En Nuevo Laredo, Tamaulipas, se enteraron del grupo y me invitaron a que lo llevara, y allá todo mundo sorprendido, pensaban que hacían play back, porque cantan hermoso. Se dio la oportunidad que estuviéramos con un grupo de personas muy profesionales, todos bien serios y al empezar a cantar, a tres señores les empezaron a salir lagrimas, se conmovían, al preguntarles por qué habían tenido esa actitud respondieron que cómo era posible que ellos, siendo invidentes nos canten a nosotros y estén con una sonrisa en los labios, nosotros por todo renegamos”.
En ese miso viaje se presentaron en 15 escuelas y dieron consejos a las personas y a los niños “era increíble como los niños respondían al escucharlos cantar y las “estrellas fugaces” les decían a los espectadores ‘échenle ganas, mírennos estamos ciegos y dónde andamos’”.
Estrellas Fugaces es un grupo cuyos integrantes tienen un gran don y talento para la música, al cantar lo hacen de una manera muy profesional y contagian su emoción, “en cada presentación logran hacer un cambio en quien los escucha, porque aunque tienen una discapacidad muestran una gran felicidad y dan ejemplo de que se pueden hacer muchas cosas a pesar de que estamos viviendo en una nación que vive situaciones terribles” comentó la maestra Graciela.
“Al trabajar con niños invidentes se aprende muchísimo, me encanta estar con las personas invidentes porque yo se que no me están juzgando, ni criticando como los que vemos somos muy visuales, nos dejamos llevar por las apariencias, ellos ven con el corazón, perciben si tú en verdad eres honesto, ven tu interior, es más el aprendizaje que te llevas, es una cosa muy hermosa”.
Desde el fondo del corazón
“A todos los invito que quiten esos miedos, porque es una barrera muy grande que tenemos los seres humanos mientras uno esté haciendo las cosas que quiere Dios, el va a estar con uno y no le va a pasar nada malo y el dar la vida por una persona eso es muy importante, son personas igual que nosotros, también sienten, aman, sufren, abran su corazón, vivan la experiencia con cada una de estas personas. A los maestros los invito a que acepten a estos niños porque están deseosos de aprender, no hay nada más hermoso que ayudar a estos niños, quizá tú puedes ser una persona súper preparada, un master en la educación, pero si no tienes tu corazón abierto no los vas a poder atender, hay que aprender a ver con los ojos del corazón”.
“A los papás piensen que no siempre van a estar con sus hijos, dejen que sus alas sean libres, Dios para todo nos tiene un camino, todos somos importantes, por algo Dios los escogió para ser los papas de estos niños, y traten de integrar a sus hijos en cualquier escuela, es una obligación moral y ética el que todas las escuelas atiendan a este tipo de niños”.
Maestra Graciela Ulloa es la directora de la Unidad de Servicio de Atención a la Escuela Regular
Planes a futuro
El grupo Estrellas Fugaces actualmente cuenta con dos discos, su mayor sueño es aprender a tocar los diferentes instrumentos para así tener un grupo musical, una barrera para lograrlo han sido los recursos económicos, la maestra Graciela insiste “compren el disco, ellos no quieren provocar lástima, quieren integrarse a la sociedad, por eso ellos desean reforzar el grupo, para trabajar y poderse ayudar económicamente, salir adelante porque además estudian.
Invitación a presentaciones
Las personas interesadas en comprar el disco o invitar a Estrellas Fugaces a cantar en cualquier evento se pueden dirigir al INEA en el CREE con el Mtro. Rafael Alvarez o comunicarse con la maestra Graciela al celular: (311) 141 7673.
Patricia Valdez Parra